Como era el último en salir, apagué la luz
Tras una jornada del Festival Periplo, el paseo nocturno por el casco de Puerto de la Cruz se transforma en una experiencia surrealista. Edificios cambian, las calles desaparecen, y el narrador, desorientado, se pregunta si está soñando.
Publicado el 25 Sep, 2024

Tras una jornada del Festival de Literatura de Viajes y Aventura PERIPLO y cumplido el rito de la cena con los ponentes, se improvisó una tertulia de lo más enriquecedora…. sólo había que escuchar…. sí, escuchar y aprender… o… ¿qué tal escuchar, rumiar y aprender? Rebasada de largo la hora prudencial de recogida, abandonamos el local y nos separamos. En ese momento visualicé como cada uno de nosotros iba rumiando en silencio algo de lo compartido esa jornada, de camino al deseado descanso. Y para mí, contagiado por los relatos de los autores, comenzó la aventura. El callejeo por el casco de Puerto de la Cruz, camino a casa, se fue transformando en un paisaje diferente… las pequeñas construcciones que me rodeaban se retorcían y aprovechando la escasa luz de la noche, cambiaban de color… sin ruido. No se veía a nadie, no parecía haber vida…

Tratando de entender algo, daba vueltas sobre mí mismo y sólo sentía mis pies rozando la arena del suelo y mi corazón enloquecido por lo que estaba viviendo y por lo que se suponía, sin imaginarlo, que iba a pasar después. Ese sexto sentido que se nos supone me propone quedarme quieto, observar despacio y tratar de ordenar las sensaciones que me llegan sin tratar de juzgar y valorar. ¿Qué estaba pasando? Es un recorrido que hago habitualmente y a horas diferentes y nunca pasa nada…. y ahora no sé donde estoy y no entiendo nada de lo que está pasando a mi alrededor. ¿qué ha cambiado? A ver, observa y piensa…. ahí debiera estar la tienda de ropa y un poco más allá la cafetería Toc Toc… pero no están… entonces, ¿dónde estás? Y ese edificio que te está mirando y mira bien…. se está riendo de ti… y aquella casita del fondo se está moviendo y cerrando la calle… me parece que te estás metiendo en un callejón sin salida… trato de volver sobre mis pasos, pero algo me lo impide: un pensamiento invisible (como todos) me cierra el paso. Ufffff…. Esto se está poniendo feo y ese pensamiento me parece muy alto como para saltarlo, así que mejor si trato de despertar y mañana ya veremos… porque… ¿esto podría ser un sueño?

por Gotzon Cañada.

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