La segunda jornada del Festival Periplo 2024 se despliega como una travesía a través de relatos que invitan a reflexionar, a cuestionar y a empatizar con la actualidad más crudas de nuestro tiempo. Bajo la carpa del Museo Arqueológico de Puerto de la Cruz, las historias que se narran en esta jornada abren un espacio para el exilio, la poesía y la desmitificación de un continente rico en matices, pero a menudo simplificado por estereotipos. Hoy, la palabra toma un cariz más profundo, poniendo el foco en la experiencia del desplazamiento y en cómo la literatura y el periodismo pueden transformar nuestra comprensión del mundo.
El día comienza con las primeras actividades de Periplo Formación, un espacio dedicado a los más jóvenes para acercarlos a otras realidades sociales. La periodista saharaui Ebbaba Hameida será la encargada de inaugurar la jornada a las 10:00 horas, compartiendo su experiencia en la charla Voces sin fronteras. Nacida en los campamentos saharauis de refugiados en Tinduf, Hameida narra cómo la vida en el exilio es un viaje perpetuo, una búsqueda constante por encontrar un lugar al que llamar hogar.
A las 12:00 horas, Ahmed Abuzubaida, refugiado palestino nacido en Gaza, subirá al escenario para contar su historia bajo el título El exilio infinito del pueblo palestino. La suya es una travesía marcada por el desarraigo y la lucha por una vida digna, un relato de dolor y resistencia. Desde su experiencia como activista y trabajador social, Abuzubaida hablará de los desafíos que enfrentan los refugiados: la burocracia, la violencia y el aislamiento, pero también la esperanza que emerge a través de la solidaridad y el esfuerzo colectivo. Será un momento para recordar que el exilio no es solo un desplazamiento físico, sino también un desgarro emocional que deja huellas imborrables.
Por la tarde, a las 18:00 horas, Abuzubaida volverá a la carpa para compartir más de su travesía, esta vez en conversación con Ebbaba Hameida. Entre ambos se tejerá un diálogo que explorará las fronteras del exilio, no solo como un acto forzado, sino también como una experiencia de vida que transforma al individuo y lo empuja a reinventarse en cada etapa del camino.
El relevo literario lo tomará la poetisa y novelista Elena Medel a las 19:15 horas. Con la charla El secreto de los versos, Medel nos invita a sumergirnos en el poder transformador de la poesía. Sus versos, que transitan entre lo cotidiano y lo extraordinario, nos ofrecen una mirada íntima y lúcida de la realidad. En este espacio, la autora de Las maravillas (2020) y Mi primer bikini (2002) revelará cómo la poesía puede capturar emociones que trascienden las palabras, creando conexiones profundas entre el lector y las historias que se entrelazan en los versos. Será una oportunidad para descubrir cómo los poemas pueden ser, también, una forma de viajar, de explorar el mundo interior y el exterior.
La jornada culminará con la voz del periodista y escritor Dipo Faloyin, quien a las 20:30 horas presentará su obra África no es un país. Y otros estereotipos que debemos erradicar. En este libro, Faloyin desmitifica las percepciones simplistas sobre África, mostrando su diversidad cultural y sus complejidades históricas. A través de anécdotas personales y análisis crítico, el autor nos invita a abandonar las narrativas coloniales que han distorsionado la imagen del continente y a descubrir las auténticas identidades africanas. Esta charla, enmarcada en el programa Letras Africanas de Casa África, será un viaje hacia la verdadera África, lejos de los clichés que la han reducido a un único relato.
Paralelamente, el renombrado fotoperiodista Walter Astrada imparte, desde las 9:30 horas, un taller intensivo sobre narrativa visual en el fotoperiodismo. Con su experiencia de más de 20 años, y galardonado con tres World Press Photo, Astrada guiará a los asistentes en el arte de contar historias a través de la cámara, explorando cómo las imágenes pueden transmitir realidades complejas y emocionales.
La segunda jornada de Periplo es, sin duda, una oportunidad para abrir los ojos y el corazón, para dejarse tocar por historias que hablan del desplazamiento, de la resistencia y de la necesidad de repensar el mundo con una mente más abierta y una mirada más sensible.