En el Comando Periplo tenemos claro que hay muchas formas de viajar. Puedes ir con todo planeado, y puedes lanzarte a la aventura. Puedes desear viajar desconectando de cualquier tipo de artilugio digital, huyendo de las redes sociales. O puedes viajar sacando veinte fotos por minuto, y compartiendo tu entusiasmo online en todo momento. Todo es lícito.
También creemos que hay más viajes que los que se producen durante las vacaciones: emigrar es un viaje, de los más terribles, y también lo es “el viaje interior”. Hemos debatido en nuestras reuniones sobre viajes organizados, viajes en solitario y hasta de viajes espaciales o los viajes del futuro. Compartimos la pasión por el viaje en sí, por el trayecto, no solo por el destino. El periplo se produce mientras avanzas, mientras conoces gente y cuando te topas con rituales, tradiciones y formas de pensar que son nuevas y desconocidas. Y por el camino te superas a ti mismo.
Nos apasionan los viajes, de eso no hay duda, pero también nos apasionan los libros. Este es otro tipo de viaje que solo se hace con los ojos y con la mente. De ahí que nuestro querido Festival Periplo aúne esos dos grandes amores: la literatura y los viajes y aventuras. Viajar “al estilo Periplo” es la suma de estos amores, y el escritor y periodista Javier Reverte, los unificaba magníficamente en su método: leer, investigar, viajar, vivirlo, y luego dejarlo todo recogido en un diario.
Este es un método que cualquiera puede aspirar a experimentar. Por ejemplo, pongamos que viajamos próximamente a Egipto, un destino exótico, lejano y a la vez cercano, muy conocido y, a la vez, misterioso. Podemos ver todos los documentales de la National Geographic sobre el antiguo Egipto, pero con eso es probable que solo nos estemos haciendo spoiler, y nos generemos unas expectativas que luego se pueden cumplir o no. Es, tal vez, más recomendable encomendarse a la lectura y acumular información que luego nos ayude a comprender lo que vemos, y a sorprendernos entre las diferencias de lo que habíamos visto en nuestra cabeza y cómo es la realidad.
Se puede leer a Egipto desde una decena de puntos de vista diferentes. Para meternos en ambiente, ¿qué mejor que un poco de ficción situada en nuestro destino? Si nos vamos al tópico, tenemos a Agatha Christie y su Muerte en el Nilo, pero es probable que la película ya te haya destripado quién es el asesino. Pero, ¿sabías que Agatha Christie también escribió una novela situada en el Antiguo Egipto? Se llama La venganza de Nofret, y en palabras de algunos expertos, es tremendamente exacta a nivel histórico. Pero si hay una novela histórica famosa relacionada con este país es Sinuhé, el Egipcio, una obra que ha sido traducida a cuarenta idiomas.
Si lo que buscamos es mayor rigor histórico y menos ficción, también hay múltiples formas de “leer” un destino. Volviendo a Egipto, el propio Javier Reverte recoge su visita al país en la tercera parte de su trilogía sobre África. En Los caminos perdidos de África el autor relata su periplo por Etiopía, Sudán y Egipto. Lo más curioso es que este es un libro de más de cuatrocientas páginas, pero solo dedica apenas un capítulo y medio a hablar de Egipto. Aun así, vale la pena, pues no se ahonda en el Egipto de los faraones, sino que se narra una extraña intimidad entre el visitante y la mítica ciudad de El Cairo. Reverte tiene una manera de narrar que engancha, con una prosa poética que mezcla datos académicos con sensaciones casi mágicas. Así, describe El Cairo como una ciudad caótica y disparatada, cosmopolita, capitalina, endemoniada, frágil, provinciana, musulmana, mísera, ruidosa, viva. ¿No coincide esto con la imagen que todos tenemos en la cabeza de pirámides y silenciosos amaneceres en el desierto? Esto es porque el Egipto de hoy en día no solo se limita al que conoció Agatha Christie. Otra recomendación para conocer el Egipto de hoy es leer a Nadia Wassef y su libro La librera de El Cairo. En esta especie de autobiografía, la autora, que abrió la primera librería de El Cairo dirigida por mujeres (ella y sus dos hermanas), transmite una imagen magnífica del Egipto actual, con su pasado glorioso a cuestas, pero con un presente de decadencia, lucha, cambio y potencial y un feminismo no hecho de reproches, sino de hechos.
En definitiva, existen decenas de formas de viajar, y otras tantas de viajar leyendo, o de leer viajando. Todas ellas aportan, enriquecen y nos engrandecen por dentro.
Del 16 al 23 de octubre de 2023, nos volvemos a citar para charlar sobre Periplos en el Puerto de la Cruz. ¡No te lo pierdas!
Por Sara López, miembro del Comando Periplo.